Por: José Antonio Friedl Zapata - 2020/08/17
Share:La célebre frase la repetía con orgullo hace unos 200 años el prócer uruguayo José Gervasio Artigas, y es justamente la guía que sigue el nuevo presidente del país, Luis Lacalle Pou cuya divisa en estos difíciles tiempos del corona virus es la misma, actualizada en “Libertad y Responsabilidad”. Este pensamiento ha llevado a que su gobierno de coalición de partidos democráticos, sea un ejemplo a seguir en el continente por sus excelentes resultados en la lucha contra la pandemia china. “No estaba y no estoy dispuesto a obligar a los uruguayos a confinarse e ir rumbo a un Estado policíaco“, declara enfáticamente el nuevo presidente, continuando que “el uruguayo tiene una visión genética en la libertad” y que “en momentos difíciles sale adelante con ese valor y lo defiende” y por eso él no considera que se pueda meter preso a quienes nada tienen y buscan ganarse el peso para poder comer.
Apenas 12 días de haber asumido la presidencia del país, Lacalle Pou junto a su gabinete y las autoridades sanitarias y los científicos con los que cuenta el país, tomó la decisión que resultó ser la correcta de sintonizar las tres perillas claves del éxito: la sanitaria, la social y la económica. Aproximadamente el 90% de los uruguayos acató sus medidas sanitarias, y las estadísticas así lo reflejan. El 77,8% de la población de su país aprueba su actuación en cuanto a la pandemia. Uruguay cuenta en estas semanas con sólo 952 casos de coronavirus con 28 muertes registradas, y ocupa el puesto 1 con el menor número de casos por habitante del continente. Mientras tanto Latinoamérica se está transformando en el nuevo epicentro mundial de la pandemia. El excelente manejo de la pandemia por parte del gobierno de Lacalle Pou ha recibido una distinción de la Comunidad Europea al ser elegido como único país latinoamericano “seguro”, cuyos ciudadanos podrán entrar libremente al continente europeo.
Se destaca también mundialmente la creación por parte de Lacalle Pou de un “Fondo Coronavirus” que ayudará a solventar los gastos extraordinarios de la pandemia, formado por el recorte obligatorio de un 20% de los sueldos de todos los funcionarios públicos del país que ganen más de 1900 US dólares por mes. La ley fue aprobada por unanimidad por parte del Parlamento, y se ha podido recaudar hasta el momento unos 12 millones de dólares.
El corajudo presidente de los uruguayos, con sus sólo 46 años, cuenta hoy en día con una aprobación del 64% de la población. Ha interpretado el papel de presidente en forma novedosa, en contraste con sus anquilosados predecesores. Lacalle Pou es casi omnipresente, motivando a sus ciudadanos, ocupándose personalmente de cada uno de los problemas que enfrenta el país. Y todo esto no a expensas del protagonismo de sus ministros. Además terminó abruptamente con el apoyo internacional que el gobierno anterior , durante 15 años , ofreció al Castro-Chavismo.
Lacalle Pou se apoya en una coalición, llamada multicolor que agrupa a su propio partido, el Partido Blanco o Partido Nacional, al Partido Colorado, al Partido Independiente y al Partido Cabildo Abierto, fundado en el 2019, socio algo incierto, con un discurso de mano dura. Nada fácil la tarea de coordinación. Una de las primeras crisis que tuvo que enfrentar se produjo al tener que pedirle la renuncia a su flamante ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Talvi, del Partido Colorado, un renombrado economista, con mucho ego, que tomaba decisiones propias sin consultar al gobierno y que se negó a declarar al gobierno venezolano como una dictadura. Su sucesor, el diplomático de carrera Francisco Bustillo, en una de sus primeras declaraciones expresó claramente que Venezuela es simplemente una cruel dictadura.
Lacalle Pou se propone con una serie de medidas políticas innovadoras y de largo alcance modernizar al país a corto plazo. Una de ellas es justamente la que se acaba de aprobar, la llamada Ley de Urgente Consideración (LUC), con la que le dice adiós al anquilosado Estado socialista uruguayo. Con ella marca el inicio de profundas reformas estructurales planteadas durante la campaña electoral. Se prevén reformas en el ámbito de la seguridad pública, con el endurecimiento del código penal, una reducción sustancial del aparato estatal, más la derogación de unas 60 leyes aprobadas por el Frente Amplio durante sus 15 años de gobierno.
Además Lacalle Pou busca atraer en los próximos cinco años a unos 50.000 extranjeros con un énfasis en aquéllos que puedan aportar capital y know how al país. Para ello se piensa aprobar una serie de leyes que faciliten la residencia reduciendo significativamente el capital requerido a invertirse en el país de 1,7 millones de dólares a 500.000. Además Uruguay ofrecería a estos potenciales inversores lo que se llamaría “vacación fiscal” por cinco años, lo que significaría la exención de todo tipo de impuestos por ese período.
El hecho de que el país se encuentre a la cabeza del ranking latinoamericano de países con una Justicia independiente y sólida ayuda mucho a sus proyectos futuros, y no olvidemos que el Uruguay, de acuerdo a la empresa consultora Control Risks, es el país en Latinoamérica que lidera exitosamente la lucha contra la corrupción. En esta lista, Venezuela ocupa el último lugar.
Si la reforma profunda promovida por el joven presidente uruguayo tiene éxito, indudablemente podría tener un impacto muy beneficioso para los otros países del continente y encaminarlos hacia una nueva corriente política, ideológica que los saque de tanta pobreza, subdesarrollo, corrupción y gobiernos totalitarios, y haga imposibles los sistemas Castro-Chavistas en Latinoamérica. Si a Lacalle Pou le va bien, como esperamos y deseamos, y la tradicional “garra charrúa” se impone en el país, le va a ir bien no sólo al Uruguay sino a toda la región.
José Antonio Friedl Zapata
Politólogo – Latinoamericanista – Periodista independiente
Autor de varios libros con temática latinoamericana
«Las opiniones aquí publicadas son responsabilidad absoluta de su autor».